Este verano las hemos visto en barcos, en coches aparcados, en los beach clubs, en piscinas de hotel y hasta en las terminales del aeropuerto, pero lo que todavía no habíamos visto en la isla de Ibiza es una discoteca dentro del agua.
Al menos eso es lo que intentó el dj canadiense Richie Hawtin en la playa de ses Salines de Ibiza, en lo que comenzó siendo un acto promocional de Enter, la fiesta que celebra cada jueves en la discoteca Space, y que acabó por convertirse en una discoteca acuática que fue recorriendo la playa de una punta a la otra con el público metido en el agua hasta la cintura.
Hawtin, que se está haciendo famoso por llevar la música electrónica fuera de sus escenarios habituales, como ya hizo en el mercado de la boquería de Barcelona, esta vez no ha dudado en ponerse el bañador, plastificar su Tablet (también es innovador en otros métodos de pinchar), meter un buen puñado de altavoces y gogós sobre flotadores con forma de neumático y desembarcar unos metros antes de alcanzar la orilla del Parque Natural de ses Salines.
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