Probablemente no todas de una vez, dijo la policía de Nueva Zelanda, que el martes anunció que investiga reportes del inusual delito en una granja de South Island.

Los lugareños dicen que nunca habían oído hablar de un robo de ganado a una escala tan grande. Y eso en un país con unos 10 millones de vacas, más del doble que personas.

El granjero afectado está demasiado avergonzado para hablar de lo sucedido, según su amigo Willy Leferink.

Está absolutamente anonadado y profundamente avergonzado", dijo Leferink.
Si viese desaparecer tres cuartos de millón de dólares, usted tampoco querría hablar de ello", justificó.

Leferink explicó que cada vaca lechera estaba valorada en unos mil 500 dólares neozelandeses (mil 90 dólares) y que pesaban más de media tonelada cada una.

Las vacas podrían haber sido sustraídas del rebaño de mil 300 animales que vive cerca de la localidad de Ashburton en cualquier momento entre principios de julio, cuando fueron contadas por última vez, y finales de agosto, agregó.

Los animales estaban siendo ordeñados por ser invierno, pero el ganadero no percibió que no se consumía tanta comida como habitualmente, apuntó Leferink.

La policía dijo que el incidente sirve como recordatorio a los granjeros para que comprueben sus vallados y cuenten sus rebaños habitualmente.