Un policía militar de 24 años, que se encontraba fuera de servicio, se dirigía a la casa de sus padres en Araraquara, con su uniforme en la mano. Al parecer, tenia la intención de que su madre se lo lavase.

Cuando llegó al domicilio familiar, descubrió que sus padres eran rehenes de dos atracadores. Cuando vieron al joven con el uniforme de policía militar en la mano, abrieron fuego, según ha explicado EPTV y ha recogido Globo.com.

De los dos disparos que efectuaron, uno impactó en una puerta cercana y el otro alcanzó al agente. Afortunadamente, como si de una película se tratase, la bala dio en un teléfono que llevaba encima el agente, un Nokia Lumia 520, que ha hecho justicia a la fama de resistentes de los terminales ahora propiedad de Microsoft.

El agente salvó la vida, pero el teléfono quedó inutilizable, tal y como ha mostrado el agente a las cámaras de televisión. Sin duda, nunca la pérdida de un teléfono había merecido tanto la pena.

Los atracadores consiguieron darse a la fuga con varios teléfonos, relojes, joyas y dinero en efectivo. La policía aún desconoce su paradero.