Todas estas imágenes están revolucionando China. Y sí, son curiosas porque en ellas se percibe como los jóvenes están cambiando sus costumbres. En vez de salir a pasear con sus mascotas, salen con un arnés a pasear sus verduras, las atan como si fueran un perro.

Al parecer, este grupo de adolescentes que es cada vez es más numeroso, quería superar la depresión y la soledad, que cada vez está teniendo más problemas económicos por la crisis económica.

A pesar de la imagen un poco pintoresca, los jóvenes no tienen ninguna sensación del ridículo al pasear con un repollo de la mano. "Siento que puedo transferir mis sentimientos negativos sobre mi persona al ir con el repollo, dar un paseo con él y regresar a casa sintiéndome mejor", explica uno de los adolescentes.

Todos son ventajas, según este grupo de jóvenes. Son más limpios, más pacíficos y más medioambientales que los animales. Y lo más importante, como comentan, es que les sirve para poder iniciar una conversación y conocer a gente nueva. Esto es extravagancia y los demás son tonterías.