Se llama Rich Lee, es estadounidense (cómo no podía ser de otra forma) y se ha implantado en sus orejas unos cascos para escuchar música a todas horas, non stop.

Lee, cuya historia la publica el Daily Mail británico, es lo que se llama un 'bodyhacker', o lo que es lo mismo, alguien que 'piratea' o modifica su cuerpo, en este caso implantándose dos pequeños imanes en el cartílago de la parte exterior de las orejas, lo que apenas se nota la verdad.
Pero no son todo ventajas ya que la calidad del sonido no es ni mucho menos como la de unos cascos de verdad.

Todo porque el mecanismo que permite a Rich oir la música es un tanto rudimentario, por decirlo de alguna forma: tiene que conectar su móvil a un pequeño amplificador que está conectado a una bobina alrededor de su cuello y así crear un campo magnético que haga que los imanes implantados produzcan un sonido que solo él puede oir.