¿Qué pensaría usted si saliera a la luz una foto de un empleado de uno de sus restaurantes de comida rápida lamiendo aliementos? ¿Pondría el grito en el cielo? Porque exactamente eso es lo que ha pasado en California, donde un empleado de la cadena Taco Bell posó para una instantánea lamiento una torre de tortillas que, presumiblemente, irían a parar los consumidores del establecimiento.

No se sabe cómo llegó a él, pero la foto fue publicada en la fanpage de Taco Bell en Facebook (que cuenta con más de 10 millones de seguidores sólo en California) y corrió por Internet como la pólvora gracias a las redes sociales. El 'incidente' ha dejado a la empresa en tal situación, que Rob Poetsch, portavoz de la cadena de comida rápida, envió un comunicado a los medios en el que afirma que la empresa cuenta con un "estricto procedimiento de manejo de su comida y cero tolerancia por cualquier violación".

"Cuando nos enteramos de la situación, inmediatamente contactamos al gerente del restaurante y aunque creemos que es una burla y la comida no fue servida a clientes, estamos llevando investigando y se tomarán medidas en contra de los responsables", aseguró.
El empleado, despedido

El protagonista de la 'broma' ya ha sido despedido, según informó Taco Bell en su página web. "Nuestra primera pregunta fue: ¿fueron los tacos servidos a los clientes? Absolutamente no. Los tacos fueron enviados a restaurantes para fines de formación antes del lanzamiento de nuevos productos para que los miembros del equipo pudieran practicar. Estos nunca fueron destinados a los clientes, y se descartaron", señala la empresa.