Un hombre de Gran Bretaña llamó a la policía para quejarse porque la prostituta cuyos servicios sexuales había pagado era fea y, según él, había mentido. El oficial de la policía de Birmingham que atendió su denuncia, le respondió que la mujer no había cometido ningún delito y que, de hecho, pagar por sexo es ilegal.

Después de la extraña llamada las autoridades le enviaron una carta advirtiéndole que no podía hacerles perder el tiempo de esa manera.

Un portavoz de la Policía de West Midlands dijo, según informa 'The Sun', que recibieron la llamada alrededor de las 19.30h del pasado martes 11 de junio: "Se quejó porque la mujer había dicho que era más balla que lo que en realidad era. Cuando se lo dijo la chica le sacó las llaves del auto, se alejó y se las tiró".

Si bien el hombre no quiso dar detalles sobre su identidad, la policía pudo determinar de quién se trataba y le enviaron una carta: "Hacer que la policía pierda el tiempo es una grave ofensa y puede llevar a una pena máxima de seis meses de reclusión".