Tomates que duran el doble, saben mejor y son curativos
0:00
Lucen un color morado inquietante, y en un primer
vistazo pueden confundirse con unas berenjenas o tambien con unas
ciruelas negras, pero en realidad son simples tomates diseñados a golpe de transgenia.
Pero su color no es lo único sorprendente o, al menos, no lo más interesante de sus propiedades únicas, pues la modificación genética ha demostrado tener beneficios para la salud, además de mejorar su conservación de forma significativa.
Esta variedad púrpura nacida en las probetas del Centro John Innes del Reino Unido ha sido enriquecida con un pigmento natural que se conoce como antocianina, responsable de su color, así como de que sean terapéuticos, más sabrosos y durables.
Los científicos explican que añadir este compuesto antioxidante aumenta su frescura de los habituales 21 días a 48 días. De este modo, al ralentizarse el proceso de maduración también acaba siendo más sabroso.
Estudios previos realizados con estos tomates azulados demostraron que esa mayor presencia de antocianina prolongaba la vida de los ratones propensos al cáncer.
Para probar el poder curativo de tal concentración de antioxidantes, los científicos incluyeron estos tomates en la dieta de ratones predispuestos a una muerte prematura por cáncer, concluyendo que los alimentados con ellos vivieron más que el resto.
Lo curioso de esta modificación genética es que rompe con la idea negativa que tenemos acerca de la transgenia alimentaria. Sin duda, parece conseguir la cuadratura del círculo con un aditamento de origen natural: tomates terapéuticos, sabrosos y con una vida útil larga, larguísima. Sin embargo, no deja de ser un alimento genéticamente modificado, lo cual abre mil interrogantes sobre posibles riesgos…
Pero su color no es lo único sorprendente o, al menos, no lo más interesante de sus propiedades únicas, pues la modificación genética ha demostrado tener beneficios para la salud, además de mejorar su conservación de forma significativa.
Esta variedad púrpura nacida en las probetas del Centro John Innes del Reino Unido ha sido enriquecida con un pigmento natural que se conoce como antocianina, responsable de su color, así como de que sean terapéuticos, más sabrosos y durables.
Los científicos explican que añadir este compuesto antioxidante aumenta su frescura de los habituales 21 días a 48 días. De este modo, al ralentizarse el proceso de maduración también acaba siendo más sabroso.
Tomates anticancerígenos
Por lo visto, los tomatales cuentan con los genes necesarios para generar esos antioxidantes, pero están inactivos, habiendo de introducirse dos genes de una flor ornamental de color morado para despertarlos.Estudios previos realizados con estos tomates azulados demostraron que esa mayor presencia de antocianina prolongaba la vida de los ratones propensos al cáncer.
Para probar el poder curativo de tal concentración de antioxidantes, los científicos incluyeron estos tomates en la dieta de ratones predispuestos a una muerte prematura por cáncer, concluyendo que los alimentados con ellos vivieron más que el resto.
Lo curioso de esta modificación genética es que rompe con la idea negativa que tenemos acerca de la transgenia alimentaria. Sin duda, parece conseguir la cuadratura del círculo con un aditamento de origen natural: tomates terapéuticos, sabrosos y con una vida útil larga, larguísima. Sin embargo, no deja de ser un alimento genéticamente modificado, lo cual abre mil interrogantes sobre posibles riesgos…
0 comentarios