Una “generosa ragazza” quizo celebrar su mayoría de edad con una hazaña digna de la más avezada pornstar, pero sobrestimulada por su reciente libertad sexual tuvo que ser internada al realizar 18 fellatios consecutivos.

La ansiosa joven de San Remo, de la cual se puede decir que se quiso comer el mundo de un bocado, ingresó en el hospital per una lavanda gastrica, una bomba estomacal —tal vez le cayó pesado el pastel de crema a posteriori il pompino.

Uno de los que recibieron “el don de su mayoría de edad” relata que la joven, mientras soplaba las 18 velas mágicas, gritaba: “ho compiuto 18 anni e ora posso fare quello che voglio” (he cumplido 18 años ahora puedo hacer lo que quiera). Los participantes mencionan además que la festejada lucía “exuberante”.

Pero en este caso el espejo numerológico de la excitación transformó a la valiente picolla donna, quien probablemente fue presa de algunos de los trastornos sexuales más comunes de una sociedad educada en el porno y la publicidad, en esos discursos que hacen del sexo una meta-meta, gran grial que magnetiza hasta perder la conciencia.

Curiosamente el diario mexicano El Universal ilustra esta nota con una foto de Noemi Letizia en lencería blanca, la chica que celebró sus 18 invitando a “Papi” Berlusconi a su fiesta, lo cual desató un escándalo. ¿Qué nos querrá decir la mente maestra detrás de la sección de sexo del susodicho periódico? ¿Que Noemi Letizia gusta de dar regalos a los que le dan regalos? ¿O que en Italia las fiestas de las ragazzasque cumplen 18 son una especie de orgía falocrática, propia de una sociedad machista que celebra las correrías de su pícaro premier y recrea nuevos rituales romanos para servir al dios solar? ¿ O acaso nos está motivando a dejar este país para emigrar a Italia en búsqueda de abundantes blowjobs y de esta forma contribuir a disminuir la sobrepoblación y la patente insatisfacción sexual de una ciudad monstruosa que no logra tocar el centro sagrado de Tecno-tit-land? Lo cierto es que tan confuso mensaje se presta a muchas interpretaciones, algunas de las cuales podrían considerarse difamación por la joven napolitana Noemi Letizia.