Las rachas de viento que atizaron varios incendios forestales en zonas rurales al norte y sur de Oklahoma City comenzaron a amainar, pero para entonces las llamas ya habían devorado decenas de casas.

Cientos de personas recibieron el viernes pasado la instrucción de abandonar sus casas en al menos cuatro condados. El humo y las llamas obligaron el cierre de tramos en la carretera interestatal 44 -que es la principal vía entre Oklahoma City y Tulsa- y de dos autopistas estatales. La I-44 fue reabierta en las últimas horas del viernes, señaló AP.

"Un hombre se negó a salir. Hasta donde sé, quería proteger su propiedad, pero su vida debe ser más valiosa que la propiedad'', dijo el alguacil del condado de Oklahoma, John Whetsel.

El alguacil informó que al menos 25 viviendas, una guardería infantil y numerosas instalaciones anexas fueron quemadas por un incendio que quizá fue deliberado en las inmediaciones de Luther, una ciudad a unos 32 kilómetros al noreste de Oklahoma City.

La Policía indagaba las versiones de que alguien en una camioneta de carga fue visto cuando arrojaba papel periódico encendido hacia el bosque. El viernes, las llamas se habían extendido por 207 kilómetros cuadrados, pero las autoridades dijeron que el incendio disminuyó debido a que había menos viento y más humedad..