Maya Kulenovic, pinceladas de oscuridad.
0:00
“Para mí personalmente, el arte es una forma
de meditación. Mi proceso de pintura es, ante todo, sobre la duda y la
creencia… Constantemente reexamino mi percepción, y dudo de lo que creo
que sé, y busco cosas cuya poderosa presencia pueda sentir, pero no
bastante como para entenderlas.
La mayoría de mis obras tienen cierta
referencia a la guerra y la mortalidad, probablemente como resultado de
la experiencia personal. Miro en el lado oscuro de la humanidad porque
no puedo pretender que no lo veo, y la única manera de hacerle frente es
comprenderlo mejor. Creo que mi pintura expresa algo del carácter poco
fiable de nuestro sentido de seguridad, las posesiones y el
conocimiento, nuestro ilimitado potencial de violencia, así como la
compasión y la eterna búsqueda de la espiritualidad de algún tipo, como
la esperanza o amor el incondicional. (Maya Kulenovic).”
Maya Kulenovic es una pintora nacida en Sarajevo, (Bosnia y Herzegovina), en 1975 que actualmente reside en Toronto, Canadá. Ha expuesto en doce exposiciones individuales y más de treinta muestras colectivas en Toronto, Montreal, Londres (Inglaterra) y Estambul (Turquía). Sus pinturas pueden verse en numerosas colecciones en América del Norte, Inglaterra y Turquía. Estudió piano clásico en el Conservatorio de Sarajevo de 1984 a 1992, arte en el Chelsea College of Art and Design en Londres, Inglaterra (MFA, 1998), Ontario College of Art and Design en Toronto (AOCAD Honores, 1997) y en la Universidad Mimar Sinan en Estambul (1995). También fue un residente del Londres Goodenough College en Londres, Inglaterra (1997-98).
Las pinturas de Maya Kulenovic atacan directamente las emociones, unas emociones oscuras que envuelven al espectador en sentimientos complejos sobre la vida y la muerte, aunque también es un reclamo a la vida y a la belleza.
Es una combinación de vulnerabilidad y fuerza que se aprecia en todos sus temas. Su técnica viene de la tradición de viejos maestros que estudió durante años. Usa esmaltes translúcidos y una oscura paleta para crear esos efectos de claroscuro que recuerdan a Rembrandt y Caravaggio, aunque ella intenta ser más expresiva, directa y fresca y deja al espectador participar emocionalmente en su trabajo.
En su web podras ver gran parte de su obra. Sus pinturas están encuadradas en diversos grupos, paisajes, ciudades, cuerpos… pero sin duda el conjunto más impactante es de los retratos infantiles. Miradas desde el otro lado que se le clavan a uno en el pecho y que, como una droga, hipnotizan los sentidos como pocos artistas pueden hacerlo.
Recomiendo una visita a sus galerías, os puede gustar o no, pero apuesto que nadie se queda indiferente.
0 comentarios