Los monos de Jigokudani no pierden un pelo por el estrés, ni se los ve muy alterados por habitar el lugar. Es que la zona, en el valle del río Yokoyu, en Japón, es un sitio donde el vapor y el agua hirviendo suele brotar desde las grietas del suelo helado, rodeado de acantilados y bosques: es el espacio menos pensado para encontrar una numerosa población de monos macacos que gustan disfrutar por las tardes de un reparador baño termal.

El Parque Jigokudani, es famoso por su población de monos macacos, de la especie Macaca fuscata japonesa, conocidos más regularmente como monos de nieve, con su particular estilo para adaptarse a los inviernos del valle. Y es que desde el año 1963, los monos descienden desde los acantilados y los bosques para sentarse en los estanques naturales de aguas termales, regresando por las tardes al bosque para buscar alimentos.
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