Según los científicos, la risa es una respuesta humana a determinados estímulos del medio que funciona como un mecanismo para el equilibrio emocional. Se le considera una manifestación externa de felicidad o una sensación interna de alegría. Por lo general se produce al captarse algún contenido humorístico o por cosquillas.


La risa también puede encontrarse en algunos animales, pero está generalizada en los humanos, de cuyas conductas es parte integral. Al parecer ayuda a definir intenciones en las interacciones sociales y proporciona un contexto emocional agradable para establecer la comunicación. Igualmente favorece la aceptación en los grupos.

Biológicamente la risa es se produce cuando la epiglotis constriñe la laringe. Algunas partes del sistema límbico -hipocampo y amígdala- están implicadas en la risa. Este sistema se relaciona con las emociones y ayuda con las funciones necesarias para la supervivencia humana. En realidad, no hay un centro de la risa en el cerebro, pero el proceso activa diversas zonas subcorticales y la corteza cerebral modula o suprime esas respuestas.

Diversas teorías psicológicas y filosóficas intentan dar cuenta de este fenómeno. En algunos casos se argumenta que la risa sería un medio para liberar tensiones y energías reprimidas; en otros, una reacción a la soledad existencial y al temor a la muerte. También se ha intentado ver su origen biológico en un tipo de expresión compartida de alivio cuando el peligro pasa.

Algunos estudios sugieren que la risa fue en un principio una forma de comunicación, una especie de vocalización primitiva. Quizás haya sido la primera vía de comunicarse que tuvo la raza humana. Con el desarrollo de la voz y la respiración, ésta pasó a evolucionar hacia el lenguaje humano. En cualquier caso, científicos siguen investigando y cualquier teoría al respecto, aun no es concluyente.