Cuando algunas religiones poco recatadas describen el cielo no dejan de incluir profusas orgías; cuando las personas tienen sueños lúcidos donde vuelan uno de los acontecimientos más comunes es el sexo irrestricto más allá de la atmósfera. Si bien muchos han imaginado la cópula aérea o celeste, pocos son los que la han realizado. Una de las pocas personas que ha podido copular en el aire, inmerso en el cielo azul, es el actor porno e instructor de paracaidismo Alex Torres, de quien recientemente se ha viralizado un video en el que aparece teniendo sexo con Hope Howell, la secretaria de la empresa Skydive Taft.

Torres grabó el video aparentemente para luego mostrárselo al host de radio Howard Stern, pero este fue descubierto por un grupo de estudiantes, lo cual llamó la atención de la policía. Actualmente la agencia de Administración Federal de Aviación investiga el caso, ya que podría violar sus regulaciones, especialmente porque Torres y Howell iniciaron su coito desde la cabina del avión en el que saltaron, lo cual constituye una violación a la norma que prohíbe conductas que puedan afectar la capacidad de un piloto de maniobrar una aeronave.

Torres fue despedido de su puesto de medio tiempo como instructor de paracaidismo y el sexy tándem podría también hacer que Howell sea despedida. Torres, conocido como “Voodoo” en la industria del porno, se ha convertido, sin embargo, en una celebridad de la noche en la mañana, lo cual seguramente compensará su despido. Además le queda el recuerdo tatuado de su cópula celeste (algo que incluso podría convertirse en un negocio forajido, ya que seguramente habrán miles de personas que busquen replicar su singular experiencia, ¿quizás Torres se podría convertir en maestro de tantra azul?).

Recientemente entrevistada Howell dijo sobre su experiencia “no lo cambiaría por nada”.

Para el psicoanálisis freudiano el deseo de volar (el vuelo en los sueños) está ligado al deseo de tener relaciones sexuales, un profundo combo de libido que Alex Torres ha podido materializar (aunque quizás valga la pena puntualizar que el coito de Torres y Howell fue descendiendo y el vuelo onírico sexual tiende a ser elevándose, como la serpiente kundalini que sube).
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