
Para esa maniobra Herba no pedaleó, sino que subió a saltos, de a dos escalones por vez y a veces tres.
"Me siento muy cansado, pero muy feliz", dijo a The Associated Press tras culminar el ascenso con todo éxito.
Huéspedes, mirones y camarógrafos de televisión acompañaron el ascenso. "Me aplaudían, decían mi nombre", dijo entre risas.
Herba se inició en este extraño género de subir escaleras en bicicleta hace 17 años en edificios famosos de Polonia, para seguir luego en el resto de Europa. En octubre, llegó a la cima de la Torre del Milenio en Viena, que con sus 50 pisos es el edificio más alto de Austria.
Su próxima hazaña, dijo, serán los 63 pisos del Messertum, un rascacielos en Francfort, Alemania.
¿Y el descenso? Como cualquier persona sensata, toma el ascensor.
"Con el ascenso basta", dijo
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