
El artista ya es conocido por otras obras polémicas en las que utilizaba tiburones disecados y ovejas en escabeche, que fueron expuestas en varias salas.
El representante de un grupo a favor de la crianza de los niños, Sally Russell, asegurá que puede ser ofensivo para padres que hayan perdido a sus hijos: "El señor Hirst no tiene la intención de ser insensible, pero tendrá un profundo efecto en muchas personas que se encuentran en momentos delicados".
A finales de mes se expondrá la obra, junto con nuevas pinturas y esculturas del artista en el espacio de exposiciones de la galería Gagosian en Hong Kong. La galería se niega a comentar el precio de la obra de arte.
Hirst, quien posee una casa en México, asegura haberse inspirado en las calaveras de arte azteca: "Cuando miras una calavera, representa el final, pero cuando ves un final tan hermoso, te da esperanza".
"Los diamantes son la perfección, la claridad, la riqueza, el sexo, la muerte y la inmortalidad. Ellos son un símbolo de todo lo que es eterno, pero tiene un lado oscuro".
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