
También han subrayado en un comunicado que desde que se conoció la historia de Dulcinea han recibido infinidad de llamadas y correos electrónicos de España e incluso de otros países de Europa y de América para interesarse por su adopción.
En marzo de 2010, voluntarios de El Refugio rescataron a Dulcinea, que había permanecido durante quince días acompañando el cadáver de su compañero que yacía en la cuneta de la carretera que va de Ávila a El Espinar.
Varias personas que pasaban a diario por la carretera vieron como la perra se jugaba la vida entre camiones y coches para proteger a su compañero que no tuvo tanta suerte, según relataron entonces los testigos.
Ante las numerosas llamadas de todas estas personas preocupadas de que Dulcinea también fuese atropellada, voluntarios de El Refugio acudieron a intentar cogerla con dardos tranquilizantes y lo consiguieron después de dos días de intento.
"Dulcinea ha tenido mucha suerte y ahora, además, ha encontrado familia", ha apuntado el presidente de El Refugio, Nacho Paunero, quien recuerda que "miles de perros mueren atropellados en España y actualmente hay más de 200 perros y 70 gatos esperando que también los adopten".
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