A través de un programa de televisión llamado “Extrañas Adicciones” se conoció la historia de Kaylin, la joven californiana de 18 años que confesó haber consumido más de 60 mil piezas de plástico en los últimos once años.

Kaylin contó que su afición a la ingesta de este material empezó cuando tenía unos siete años y que su manía ha llegado a tal punto que muchas veces los objetos de plástico se han convertido en su única comida. Ella asegura que necesita comer objetos fabricados por este material, no por su sabor, sino por la sensación de masticar algo duro, pero a la vez suave al mismo tiempo.

Durante los últimos once años, la joven se ha comido 12 mandos de control remoto, más de 5.000 adornos de pulseras, más de mil espadas de coctel, cien tenedores, una decena botellas de agua, dos chupetes de bebé, entre otros muchos objetos de este material