Ella no sabe leer ni escribir, no entiende de matemáticas y nunca trae los deberes hechos, sin embargo es la mejor alumna de su clase. Shirley es una perra de raza labrador que pasa el día en la escuela encargándose de que la vida de su dueña no corra peligro.

Rebecca Farrar, de siete años de edad, sufre una diabetes de tipo uno, lo que es muy peligroso para la pequeña porque en cualquier momento podría tener un ataque hipoglucémico y caer en estado de coma. Rebecca no es consciente de cuando puede suceder esto, pero la extraordinaria nariz de su perrita Shirley percibe cuando los niveles de azúcar en sangre de la niña son demasiado altos o demasiado bajos.

Según cuenta el diario on-line 'Daily Mail', si Shirley detecta un cambio importante, lame a Rebecca para que ella avise de que algo pasa. Si no obtiene respuesta, se sentará sobre la niña y si es necesario, irá en busca del kit de pruebas médicas que hay en el salón de la clase. Una vez la perra ha realizado su trabajo, la asistente del aula Teresa Hodgson, le realizará las pruebas de azúcar a Rebecca. Si el nivel es demasiado bajo le dará un poco de azúcar, y si es muy alto le pondrá una inyección de insulina.

Así es que en la escuela primaria Harpole de Northamptonshire además de todos los alumnos hay una linda perrita con una labor muy importante, cuidar de la salud de su dueña.