El hombre buho de Cornualles
9:13A veces, como en esta información, las visiones han sido individuales, es decir, el misterioso ser alado ha desaparecido después como si jamás hubiera existido.
Y otras veces, como ocurrió en West Virginia en 1966, se han producido visiones repetidas en una zona reducida, pero sin dejar ninguna pista real acerca de la naturaleza de la aparición. Tal vez la serie más extraña de informes sobre "cosas aladas" es la referente al "hombre-búho", visto en Cornualles (Inglaterra) en 1976 y 1978 alrededor de Mawnan.
Fue visto por primera vez el 17 de abril de 1976, planeando sobre la torre de la iglesia, por June Melling (de 12 años) y su hermana Vicky (9 años). June describió y dibujó un hombre pájaro provisto de plumas. Pasaron casi tres meses antes de la segunda visión, que tuvo lugar el 3 de julio. De nuevo los testigos fueron niños: Sally Chapman y Barbara Perry, ambas de 14 años. Habían acampado en el bosque y alrededor de las 10 de la noche se dieron cuenta de que no estaban solas. Oyeron un extraño siseo y después vieron una figura cerca de ellas, entre los pinos. Sally la describió: Era como un gran búho con orejas puntiagudas, tan grande como un hombre. Los ojos eran rojos y brillantes. Al principio creí que alguien se había disfrazado para gastarnos una broma, con la intención de asustarnos. Me eché a reír, y mi amiga también, pero después se elevó en el aire y las dos chillamos. Cuando despegó, pudimos ver que sus pies eran como pinzas.
Barbara añadió: "es verdad. Era horrible, con una fea cara como la de un búho, con orejas muy grandes y ojos también muy grandes y rojos. Iba cubierto de plumas grises. Las garras eran negras. Se elevó repentinamente y desapareció entre las copas de los árboles."
Al día siguiente, 4 de julio, otra jovencita, Jane Greenwood, junto con su hermana, vio al hombre-búho. Jane describió lo que había visto en una carta dirigida al periódico local: Fue el domingo por la mañana, entre los árboles cerca de Mawnan Church, sobre la playa rocosa. Estaba de pie entre los árboles, como un hombre adulto, pero con las patas dobladas hacia atrás como las de un ave. Nos vio y rápidamente saltó y se elevó entre los árboles.
Mi hermana y yo lo vimos claramente antes de que se elevase. Tiene unos ojos oblicuos y rojos, y una boca muy grande. Las plumas son de un gris plateado, así como su cuerpo y sus patas. Sus pies son como grandes pinzas negras de cangrejo.
En aquel momento nos asustamos mucho. Era todo muy extraño, como en una película de terror. Después de alzarse la cosa, durante largo tiempo hubo ruidos y crujidos en el árbol.
Más tarde, aquel mismo día, hablamos con varias personas en el campamento, quienes dijeron que habían visto el sábado el Monstruo de Morgawr, cuando nadaban provistas de escafandras y tubos de respiración en el río, más abajo de donde nosotras vimos al hombre pájaro. Lo vieron desde debajo del agua y dijeron que era enorme y que tenía forma de lagarto.
Al hablar del "Monstruo de Morgawr", se refiere a un monstruo marino al que también se vio regularmente en Falmouth Bay a lo largo de 1976. También fueron vistos en esta zona varios OVNIS, y en 1976 Falmouth Bay era el mejor lugar al que uno podía acudir en busca de experiencias extrañas.
Después de julio de 1976, parece ser que el hombre-búho no reapareció hasta junio de 1978. A principios de este mes, una joven de 16 años vio "un monstruo, como un diablo, volando a través de los árboles cerca de la vieja iglesia de Mawnan". El 2 de agosto, tres niñas francesas lo vieron también cerca de la iglesia. Las asustó algo "muy grande, como un gran pájaro peludo". Era blanco, con una "boca enorme y grandes ojos rojos".
¿Por qué ocurren a la vez tan extraños acontecimientos en ciertos puntos del globo? Si alguna forma de energía, conocida o desconocida, se halla en la génesis de estos extraños sucesos, parecería como si tendiera a concentrarse en zonas limitadas y en momentos específicos. El resultado es un rebrote en las visiones de monstruos y OVNIS, y un incremento en sucesos extraños de toda índole.
Indudablemente, alguien volverá a ver extrañas criaturas aladas, pero, tal como ocurre con los OVNIS y con los hombres-bestia, parece improbable que consigamos pistas físicas e indiscutibles, como tampoco, probablemente, podremos contar con ningún cadáver que estudiar. Estos fenómenos parecen querer evitar todos nuestros esfuerzos investigadores.
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